Ocachess
41,90€
Ocachess combina el popular juego de mesa «La Oca» con el rey de los juegos, «El ajedrez». Este juego hará que el niño estimule el razonamiento, aumente su creatividad y memoria, etc. Este juego propiciará que a base de la diversión se nutra el aprendizaje. Recomendado para niños a partir de 5 años.
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Descripción
MANUAL INSTRUCCIONES OCACHESS
Este juego incluye:
– Indicado para niños de más de 5 años que se estén iniciando en el ajedrez.
– Ideal para jugar en familia, pues pueden participar de 2 a 4 jugadores.
– Tablero ilustrado de 40x40cm
– Pizarra y rotulador
– Reloj de arena, fichas y dado
– 84 tarjetas con 160 preguntas y 160 retos matemáticos
– Dos niveles de juego: Básico y Avanzado
Con este juego se aprenderán conceptos básicos y también avanzados de ajedrez.
Resolverán retos matemáticos relacionados con el ajedrez.
Se familiarizarán con el juego y adquirirán destreza en cuestiones lógico-matemáticas.
Todo esto lo aprenderán de forma divertida, les resultara ameno el proceso del aprendizaje. Fomentaran la atención, la reflexión y las pautas grupales.
También aprenderán a relacionarse con adultos y con otros niños.
Ocachess es una creación de Miguel Ángel Malo Quirós, psicólogo y Director de la Escuela Francesch Vicent de ajedrez de Segorbe.
A continuación les dejamos parte del articulo explicativo sobre el ajedrez en el ámbito infantil.
«Existe la falsa creencia de que el ajedrez es un juego muy difícil y que su aprendizaje está reservado a mentes privilegiadas. Nada más lejos de la realidad; el ajedrez es un juego con un especial atractivo para los niños, un pequeño reino bicolor a semejanza de la vida misma. Sin embargo, la tarea de transmitir a un niño la esencia, belleza y fantasía del ajedrez no es tarea fácil. Por nuestra experiencia de muchos años en la docencia ajedrecística consideramos esencial que el niño disfrute, se divierta, desarrolle sus habilidades, aprendiendo las reglas del ajedrez, y percibiendo sus progresos en el juego de mesa más popular. Aprender jugando, es decir, progresar sin apenas darse cuenta.
El ajedrez, el más célebre y excelso de los juegos, es un magnífico instrumento para que los niños desarrollen la sociabilidad, sus habilidades, el control de sus emociones. El ajedrez nos da las mismas lecciones que nos da la vida, eso es cierto, pero son mucho más provechosas, ya que son reparables; el error lo enmendamos en partidas posteriores. En el ajedrez reina una peculiar justicia: la dedicación, el sano aprendizaje, la comprensión del juego y de sus leyes, termina por dar sus frutos, en forma de victorias, pero sobre todo de momentos de deleite.
Queremos subrayar que el ajedrez es también un deporte, una noble contienda entre dos jugadores. El momento en el que un niño percibe que el azar no interviene en el juego, que uno puede confiar en sus propios cálculos, decisiones y, por tanto, jugadas, es sencillamente maravilloso. Entonces ya no tiene sentido intentar engañar al contrario. Llegados a ese punto, solo un paso les separará para adentrarse en la dimensión artística del ajedrez.»
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